Cuando los primeros conquistadores llegaron a Fuerteventura en el siglo XV, se encontraron con los habitantes locales, (los Majos), casi completamente desnudos. "Los hombres solamente vestían una piel de pelo de cabra o de oveja fijada a la espalda y las mujeres llevaban dos piezas adicionales a las de los hombres, una en la parte delantera y otra en la parte trasera, que se fijaban a la cintura y les llegaba hasta las rodillas. Las piezas de piel estaban unidas unas con otras mediante hebras de fino cuero. No llevaban calzado y recorrían la isla descalzos". (Bontier y Leverrier, siglo XVI).
Cuando llegaron los inmigrantes de la España peninsular, introdujeron el modo industrial del curtido del cuero. Las primeras referencias a esta actividad es un acuerdo datado el 21 de Enero de 1607, en el que el territorio de Fuerteventura se dividía en dos áreas para la recolección de pieles y la elaboracion de los productos de cuero. Esta práctica se mantuvo prácticamente igual hasta los años 1950, debido a los limitados recursos existentes en Fuerteventura para desarrollar la tecnología del curtido de cuero. El agua era un elemento crucial en la actividad del curtido y se extraía del subsuelo manualmente, con molinos y más tarde con motores.
La mayor fuente de pieles y cuero provenía del macho cabrío. El producto final era en su mayoría calzado. Las pieles de las hembras y de los cabritos se usaban para hacer contendores (para comida o líquidos). La mayor parte de la producción se quedaba en la isla para uso local, pero otra parte se exportaba a las islas vecinas. Los centros de curtido se encontraban alrededor de las localidades de Betancuria y Pájara.
Michel
Fuente:
"Las tenerías en Fuerteventura" by A.Perera Betancor & A. Rodriguez Rodriguez – 1995 – Depto. de Artesanía – Cabildo de Fuerteventura.
Wikipedia