El grano tostado, Gofio, tiene su origen hace miles de años. Tostando el grano antes de la molienda, se destruyen la corteza y sus toxinas, lo que permite que el grano pobremente almacenado todavía pueda ser utilizado. Su sabor mejora debido a los azúcares más complejos que se forman durante el proceso de tostado. Además las altas temperaturas del tostado rompen el almidón y compuestos proteínicos haciendo que se digiera mejor.
En África del Norte - muy probablemente, la zona de origen de la mayor parte de los últimos antepasados de los habitantes locales de las Islas Canarias, se le llamaba "Arkul". Era por aquel entonces que se trituraba a mano entre dos piedras, se mezclaba con un poco de agua, se amasaba y se comía tal cual. Fue en aquella época un ingrediente básico de la alimentación de la mayoría de las personas, debido a su disponibilidad y a su larga vida útil. El nombre "Gofio" tiene su origen entre los aborígenes de Gran Canaria.
El gofio hoy en día se hace de maíz y trigo y es muy rico en vitaminas, proteínas, fibras y minerales, y puede mezclarse fácilmente con leche convirtiéndose así en un componente ideal para un desayuno saludable. En Fuerteventura el Gofio también está hecho de garbanzos, frijoles del lupino y de algunas plantas silvestres locales. Se puede añadir a cocidos, sopas, salsas para espesar, batidos, postres y helados.
¿Por qué no probar un plato local o llevarse a casa una bolsa de gofio como recuerdo?
Michel