La Salvia Hispánica es originaria del centro y sur de México y de Guatemala. Fue cultivado por los Aztecas y los Mayas en la era precolombina desde el año 3500 antes de Cristo, era muy apreciada e incluso la ofrecían a sus dioses. La semilla de chía es tradicionalmente consumida en México, el suroeste de Estados Unidos, y América del Sur, pero no es muy conocida en Europa. En 2009, la Unión Europea aprobó las semillas de Chía como nuevos alimentos.
La semilla de Chía es muy rica en ácidos grasos omega-3 y es una fuente de vitaminas (A, E y de complejo vitamínico B), de antioxidantes y de variedad de aminoácidos. La semilla de chía normalmente contiene 20% de proteínas, 34% de grasas, 25% de fibra dietética, y niveles significativos de antioxidantes.
Las semillas de Chía se pueden comer crudas como fibra dietética y como suplemento de omega-3. Se recomienda una ingesta de 2-4 cucharas de té al día. Las semillas de chía también se suelen consumir remojadas en agua o zumo de fruta durante unos 15-30 minutos. Las semillas mojadas tienen una textura gelatinosa y se utilizan con legumbres, en papillas y en pudines. El uso de semillas molidas de Chía aumenta la absorción de todos sus nutrientes y se utiliza como tal en pan, tartas y galletas. Las coles de Chía se utilizan en ensaladas, sándwiches y otros platos. Las semillas de Chía no tienen ni sabor ni olor.