El equilibrio mineral del cuerpo humano.
El agua del grifo filtrada y desmineralizada mediante la tecnología de la ósmosis sigue siendo muy popular entre los consumidores en Fuerteventura. Con este sistema se pueden eliminar las más pequeñas cantidades de minerales del agua de mar sin sal y proteger la cafetera y las calderas de la rápida corrosión. ¿Pero cuán saludable o dañina es el agua sin minerales para nosotros?
Si los seres vivos se alimentaran exclusivamente de agua desmineralizada, pronto sufrirían de "hiperhidratación hipotónica" o simplemente de "envenenamiento del agua".
Los minerales son vitales para nuestro cuerpo, y absorbemos la mayoría de ellos a través de la comida. En comparación con las bajas concentraciones de sal en las aguas minerales comunes, nuestra alimentación es la principal fuente de los minerales y oligoelementos necesarios. Siempre y cuando no sólo comamos alimentos artificiales, sino una dieta mediterránea equilibrada.
Esto queda claro en una comparación directa de la concentración de potasio o sodio en la fruta con la de un litro de agua mineral. Por ejemplo, para llegar al contenido de potasio de una manzana (144mg/100g) o de un mango (190mg/100g), tendríamos que beber unos 7-10 litros de agua mineral (agua mineral unos 30mg por litro). El queso fresco de cabra de Fuerteventura contiene unos 800mg de sodio/100g y un delicioso plátano canario con sus 14mg de calcio pesa hasta un litro de agua mineral.
Por lo tanto, aquellos a quienes les gusta beber agua pura y filtrada y comer algunas frutas frescas, verduras, harina integral y productos lácteos además suelen tener un buen equilibrio mineral. Por consiguiente, es apenas posible desmineralizar bebiendo dos litros de agua pura al día. Por cierto, los médicos aconsejan a los adultos que beban 30 ml de líquido por kilogramo de peso corporal - o incluso más simple: lo suficiente para mantener la orina limpia. Los niños de hasta 10 kg de peso corporal deben beber alrededor de un litro de líquido por día y 50 ml por cada kilo adicional de peso corporal (20 kg = 1,5 litros de líquido por día). En los climas meridionales es especialmente importante que los adultos beban lo suficiente, porque ya a través de la respiración perdemos alrededor de 0,3-0,5 litros de líquido por día. Además, también hay algunas cantidades debidas a la transpiración y a nuestro metabolismo. La producción y excreción de orina desintoxica nuestro cuerpo y mantiene el equilibrio del agua y las sales del cuerpo.
Y lo que hacen nuestros riñones es enorme: si bebemos cinco litros en un día, no aumentamos de peso ni nos hinchamos. Si sólo bebemos medio litro al día siguiente, no estamos ni más ligeros ni más secos. Nuestros riñones prácticamente siempre mantienen el nivel de agua del cuerpo al mismo nivel y ajustan la producción de orina a la cantidad que bebemos. Sólo si bebiéramos más de 15 litros o menos de 0,5 litros por día, nuestros riñones estarían sobrecargados y no podrían mantener el nivel de agua en nuestro cuerpo.
Nuestros riñones filtran unos 150 litros de líquido al día. De esto, regresan alrededor del 99% a nuestro cuerpo, el resto se excreta como orina. En otras palabras: nuestros riñones regulan y controlan la composición de la orina, el equilibrio electrolítico y ácido-base. Un verdadero tour de force. Si bebemos muy poco, como se puede ver por el color oscuro de la orina, hacemos que nuestros riñones trabajen más y al fín se estresan.
Conclusión: Beber agua pura, filtrada y/o desmineralizada no es ningún problema siempre que comamos alimentos sanos y ricos en minerales. En cualquier caso, deberíamos beber lo suficiente para que nuestros riñones puedan funcionar correctamente.
(Editado del artículo de Heike Bludau)
Michel Robeers