Calados en Fuerteventura

Calados en Fuerteventura.

Dependiendo de la fuente de información consultada, los bordados fueron introducidos en las Islas Canarias en el siglo XIX bien de la España peninsular o bien de Madeira. Antes de su comercialización por empresarios ingleses, la realización de los bordados en Fuerteventura era una actividad doméstica. Pronto se hicieron famosos por su calidad y su exportación al Reino Unido y a los Estados Unidos tuve su auge entre los años 1890-1910. Pronto la siguieron la exportación a Alemania y a Francia. Las principales zonas de producción en Fuerteventura fueron Lajares, La Oliva y Betancuria.

Los materiales utilizados, dependiendo del producto final, eran el lino, la batista, la seda y el popelín. Sin embargo, uno de los exportadores llevó a un par de bordadoras canarias a Japón para aprender la tecnología de fabricación de la mano de obra local, lo que contribuyó al comienzo del declive de la fabricación de bordados canarios, debido principalmente a la competencia posterior desde Hong-Kong (China).
En la actualidad, el gobierno local apoya este oficio permitiendo que niños y jóvenes puedan aprenderlo en un taller en Puerto del Rosario y creando puntos de venta especializados en productos de artesanía local (Molino de Antigua, Betancuria, Aeropuerto).

Michel